Simplificamos el proceso de la declaración anual ante el SAT. Te explicamos quién está obligado a presentarla, las fechas clave y qué deducciones personales puedes aprovechar para obtener un saldo a favor.
Cada año, el mes de abril trae consigo una de las obligaciones fiscales más importantes para muchos mexicanos: la declaración anual de impuestos. Si la sola mención del SAT y los impuestos te genera estrés, ¡tranquilo! Este proceso no tiene por qué ser complicado.
Entender tus responsabilidades y los beneficios que puedes obtener es el primer paso para perderle el miedo. Esta guía te explicará lo esencial de forma clara y sencilla.
1. ¿Quiénes Están Obligados a Presentar la Declaración Anual?
No todas las personas deben presentarla. Estás obligado a hacerlo si te encuentras en alguna de estas situaciones:
- Asalariados que:
- Tuvieron dos o más patrones en el mismo año.
- Sus ingresos anuales superaron los $400,000 pesos.
- Recibieron ingresos por liquidación, indemnización, jubilación o pensión.
- Dejaron de prestar servicios antes del 31 de diciembre del año fiscal.
- Recibieron ingresos adicionales a su salario (como honorarios o arrendamiento).
- Trabajadores por honorarios (freelancers).
- Quienes cobran rentas por algún inmueble (arrendamiento).
- Quienes realizaron actividades empresariales (excepto los que están en el Régimen de Incorporación Fiscal).
- Quienes vendieron o compraron algún bien, como una casa o un coche.
- Quienes recibieron intereses por inversiones que superen los $100,000 pesos.
2. Fechas Clave que Debes Marcar en tu Calendario
La regla es simple: la declaración anual del ejercicio fiscal anterior se presenta durante el siguiente año. Para las personas físicas, el periodo para presentar la declaración es del 1 al 30 de abril. No lo dejes para el último día, ya que el sistema del SAT puede saturarse.
3. El Secreto para Pagar Menos: Las Deducciones Personales
Aquí es donde el proceso se vuelve interesante. Las deducciones personales son gastos que realizaste durante el año y que la ley te permite restar de tus ingresos totales. Esto reduce la base sobre la cual se calcula tu impuesto, lo que puede resultar en un saldo a favor (¡el SAT te devuelve dinero!).
Las principales deducciones personales son:
- Salud: Honorarios médicos, dentales y de psicología, gastos hospitalarios, compra de lentes ópticos graduados (hasta por $2,500), primas por seguros de gastos médicos.
- Educación: Colegiaturas en instituciones privadas con validez oficial, desde preescolar hasta bachillerato (tienen topes anuales por nivel educativo). El transporte escolar también es deducible si se incluye en la colegiatura.
- Otros:
- Gastos funerarios.
- Intereses reales pagados por créditos hipotecarios.
- Donativos a instituciones autorizadas.
- Aportaciones voluntarias a tu AFORE.
Requisito indispensable: Para que una deducción sea válida, debes haberla pagado por medios electrónicos (tarjeta de crédito/débito, transferencia) y contar con la factura (CFDI) correspondiente.
4. ¿Qué Necesito para Hacer mi Declaración?
- Tu RFC (Registro Federal de Contribuyentes).
- Tu contraseña de acceso al portal del SAT.
- Tu e.firma, indispensable si tu saldo a favor supera los $10,000 pesos y para otras situaciones.
- Los CFDI (facturas) de tus deducciones personales.
- Una cuenta CLABE a tu nombre, para que te depositen tu saldo a favor.
El portal del SAT suele tener pre-cargada mucha de tu información de ingresos y deducciones, lo que facilita enormemente el proceso. Solo tienes que revisar que todo esté correcto, añadir lo que falte y enviar.